sábado, 10 de abril de 2010

πάντα ρει

"Tendrá un gran efecto pedagógico (y) estamos preparando materiales junto a la AFA," dice el ministro de Educación Alberto Sileoni, al autorizar ver los partidos de la selección maradoniana en Sudáfrica, en vez del más sencillo, franco y justificable: dos horas libres y barrer algunos papelitos es mucho menos que ratearse un día entero.
Desde su poltrona en la calle Viamonte Julio Grondona también prometió donar una antigüedad a este esfuerzo conjunto del estado superior del fútbol para todos: enseñanza universal de griego clásico y filosofía.
Total, su renombrada ductilidad política lo ha volcado a romper boletas viejas de Heráclito y ahora vota por Parménides. Ya no usa el mismo anillo, así que para un ferretero de alma es mera chatarra (mientras no se lo paguen mejor en San Telmo, ni que parezca un accidente y se lo chorreen en la Isla Maciel).

No hay comentarios: