jueves, 19 de noviembre de 2009

Mediocre y pobre (y trucho descarado)

Ahora, donde tendría que hacerse cargo de la calidad de la fruta que manda, como boletines de calificaciones mercenarios a la medida de la urgencia en vender de sus clientes, S&P se borra.
Como colmo del chantún, dice que es para evitar que su responsabilidad eventual: "interfiera con la independencia analítica de nuestras opiniones de calificación y socave la consistencia global y la posibilidad de comparar calificaciones".
¿Podremos emular a los australianos, Vanoli?

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